jueves, 4 de abril de 2013

Sube el agua y las miserias


De esas tormentas históricas, que ocurren una vez cada 100 años, ahora podemos vivir varias en un vida, y desde la de 1985 se vienen dando cada vez más seguido.

Hace un año, en esta misma época una tormenta que dejó 16 muertos. Hace un mes hubo una tormenta con ráfagas de mas de 130 kilómetros por hora que causo grandes destrozos, pero afortunadamente ocurrió durante la madrugada no hubo que lamentar victimas.
En los últimos días las lluvias en el área Metropolitana de Buenos Aires y La Plata causaron graves inundaciones, y ademas de las victimas y las perdidas materiales dejo al descubierto las miserias de la clase política.

Un jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de vacaciones, justificando su ausencia por ser un "servidor publico" (???)

El intendente de La Plata, también de vacaciones tuiteo desde su cuenta que estaba asistiendo a las victimas, pero realmente estaba en Brasil, al igual que Macri, y culpó por eso a su equipo de comunicación.

La Ministra de Desarrollo Social, apareció tarde para acusar de "agitadores que no quieren que los ayuden" a las victimas.

El desastroso Ministro de Planificacion de la Nación, responsabilizó por las inundaciones al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, como si el medio de una tragedia fuese momento para señalar, como si su propio gestión fuese aceptable para acusar a otros, como si las obras de infraestructura no tuvieses nada que ver con sus funciones, como si las inundaciones cruzando la general paz tuviesen causas distintas, y como si las obras mágicamente fueran a cambiar la geografía a la cuenca del plata.


La presidenta, después de esconderse en El Calafate durante los saqueos de Diciembre, dio la cara bajando de un helicóptero en su ciudad natal, con un reloj de oro, para discutir con los afectados con muy poca empatía, lavándose las manos de su responsabilidad a pesar de ser la máxima autoridad del país (hablen con el Intendente, hablen con el gobernador), minimizando la gravedad de la situación (a alguien que le dijo que la gente se ahogaba lo contradijo "mirá, si estás acá hablando conmigo"), cuando otra persona le hizo notar la situación, le respondió que de chica le había entrado agua a la casa, ella sabe lo que se siente, y cuando alguien insitió que en el año 2000 también había sido grave, respondió con una supuesta tormenta cuando tenia 15 años (aunque no hay registros de tormentas importantes en La Plata en 1968) y que esa vez había sido peor porque el arroyo El Gato en esa época "no estaba entubado", como si una vez entubado ya no se inundara más, cosa que, como se ve y se vio varias veces en Buenos Aires o La Plata, no es cierto. Cuando un arroyo entubado supera su capacidad de diseño las consecuencias son peores que si no estuviera entubado, porque al hacerlo se urbaniza el valle de inundación.

Y para cerrar un espectáculo patético podemos ver como Página12 cubrió en su edición del Miércoles la inundación del martes en Buenos Aires y el Jueves la de La Plata.



El Martes se inundó la Ciudad de Buenos Aires y varios barrios del conurbano. Página 12 eligió delimitar políticamente la tragedia a lo que pasó en el perímetro delimitado por la General paz y el Riachuelo, y por consiguiente a su Gobierno. Eligió una referencia que roza el mal gusto para reirse de la tragedia, con una referencia a la canción de divididos y las calles repletas de agua. Destaca que hubo 6 muertos, resalta que Macri estaba de vacaciones, agrega los cortes de luz y paros de subte, como si fuesen hechos desconectados que se agregan a la inundación y no consecuencia de ella, y culpa a la falta de obras. Nada dice la tapa de lo que pasó cruzando la General Paz, algo bastante discutible.

El Miércoles se inundó la Ciudad de La Plata, y la edición del Jueves de Pagina12 en cambio, se puso solemne, habla de lágrimas. Esta vez los evacuados y los cortes se debieron al diluvio y menciona vagamente que hubo personas que murieron ahogadas, sin precisar cifras, como había hecho el día anterior. Esta vez las obras o la falta de ellas parecen no tener nada que ver, el Intendente de vacaciones en Brasil no se menciona y los testimonios no son de "especialistas" que critican, sino de los afectados. Arriba se cita a la presidenta diciendo "no los voy a dejar solos" (me recorre un frío la espalda al recordar al de las patillas y su "no los voy a defraudar"). Tal vez sea mucho pedir en estos tiempos un poco de ética periodística, evaluar hechos similares con los mismos criterios.
En todo lo malo que ocurrió, pudo verse la reacción de solidaridad espontánea de muchos argentinos hacia aquellos que la estaban pasando peor.