sábado, 19 de mayo de 2012

4 años de carta abierta

Hace unos días se cumplieron 4 años de carta abierta, que se formó durante el conflicto entre el gobierno nacional y las entidades que representaban a productores agrícolas a partir de la resolución 125, para asverir sobre el clima destituyente de los reclamos. Hace unos días también, se enfrentaron grupos de productores agropecuarios con militantes de la Cámpora., a partir de un proyecto de ley que busca aumentar el impuseto inmobiliario en la Provincia de Buenos Aires.
Página 12, hizo una recopilación de lo que se pagan campos medianos y chicos en distintas zonas, defendiendo el aumento del impuesto, como hace unos meses habían cuestionado el aumento en la Ciudad. Una posición coherente, apoyar al que pone la plata para bancar el diario.
Como balance de estos 4 años en los que no cambió nada, quise echar luz sobre si con la 125 los productores estarían pagando menos (como leí o escuché por ahi) o no, y ver por cuanto era la pelea.
En el sitio de Infoleg se puede encontrar el texto de la Resolución 125/2008 del Ministerio de Economía, en ese momento (y no por mucho tiempo más) ocupado por Martín Lousteau. Con la fórmula calculé lo que pagarían las exportaciones afectadas por la resolución, a precios del 18 de Mayo de este año en comparación con la alícuota fija, y lo que hubiesen pagado en Mayo de 2008, en pleno conflicto.



Excepto en el caso del Trigo pan, que bajó de precio y hoy estaría pagando 1 punto porcentual menos con la 125, el resto de los cultivos pagarían algo o mucho más. Para ver el impacto real habría que analizar la evolución durante el período, pero con ver la foto de 2008 y 2012, queda la idea de que los productores ganaron. Para 2012 la diferencia en el porcentual de las retenciones significa alrededor de 1000 millones de dólares. Al país, esos meses, seguramente le costaron mucho más.

Ni la violencia que implicaron los cortes de ruta por parte de algunos productores, ni las palabras de los más mediáticas, que hablaban directamente de desabastecer las cuidades pueden justificarse. Los reclamos contra las retenciones involucraron desde la Sociedad Rural, partícipe de gobiernos militares durante el siglo 20 a la Federación Agraria, representante de los arrendatatios del grito de Alcorta. El conflicto estuvo muy mal manejado desde el gobierno, incluyendo las expresiones exaltadas de la presidenta hablando de piquetes de la abundancia, pòr primera vez disntinguiendo entre los reclamos "justos" que siempre el kirchnerismo dijo apoyar de los reclamos "injustos". El nivel de confrontación llegó a la Ciudad de Buenos Aires, y así quieenes nunca habían visto un choclo en una planta tomaban partido, más por frases tribunescas que por realidades.

Tiempo después nos enteremamos que a De Angeli lo sostenía económicamente en sus aporiciones mediáticas el productor salteño Olmedo, padre del diputado y candidato a gobernador que usa la campera amarilla.

En ese momento el ex presidente Raúl Alfonsín advirtió sobre una maniobra que se venía dando y perjuicio tanto de productores como del Estado, desde Noviembre de 2007, que les permitía a los exportadores quedarse con una diferencia extraordinaria. Un libro muy interesante sobre el tema de Ferrari Etcheberri y Martinez Raymonda, que nos cuenta que la exportación de granos está en manos de unas pocas grandes empresas aceiteras. Por lo tanto unas 5 empresas concentran la mayor parte de las compras de granos, sea para exportar o para producir aceite. Un mercado con miles de vendedores y un puñado de compradores de conoce com oligopsonio. Los exportadores son agentes de retención de los impuestos, lo cobran al productor, y luego lo abonan al fisco.
Los exportadores compran a los productores y venden, por un márgen de 1 o 2 dólares la tonelada. El "descuido" del gobierno les daba 30, 50, 60 dólares por tonelada. En su discurso durante la votación de la Ley Claudio Lozano en la Cámara de Diputados, también advirtió sobre esto, y sin embargo no es un hecho muy conocido. No es evasión, porque era una maniobra legal, que permitía a los exportadores declarar ventas anticipadamente, pagando el impuesto vigente en ese momento, y más adelante cobrarle a los productores un impuesto más alto. Esto tal vez ayude a explicar el porque de la feroz oposición de todos los prodcutores, sin importar su tamaño.

El gobierno se encerró en si mismo, no admitió errores, y siguió adelante con la resolución. Más tarde envió el proyecto al congreso buscando legitimar una decisión ya tomada, pero sin permitir cambios. Leyendo la resolución 125, se puede ver que se ponía en el mismo lugar a Grobocopatel y a un arrendatorio de 20 hectáreas en Santiago del Estero. Recién con el paso de los meses se empezóa a hablar de la posibilidad de que lo recaudado se invierta en obras de infraestructura, que sería lo razonable. El problema era que lo destinado era lo que excediera la recaudación con la alícuota fija. Si un productor de soja pagaba antes d ela 125 35% de retanciones al exportador, ahora pagaría 45%, pero como este había declarado la venta anticipadamente, le pagaría al Estado 35% o 27,5% según la fecha de la declaración y se quedaría con la diferencia, que nunca volvería a las localidades como obras.

Si bien el gobierno y sus seguidores quisieron ver en esto un complot de la oligarquía, postura que podía sostenerse a prtir de las palabras de algunos dirigentes, en este caso una medida que parecía progresista, hubiese favorecido enormemente a los grnades exportadores. Del lado de los productores, loq eu tienen más espalada económica seguirían ganando, mientras que los productores chicos terminarían alquilando sus tierras a los pooles, contribuyendo al desgaste del suelo por monocultivo y la concenctración económica del sector.

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